miércoles, 28 de febrero de 2007

DE QUE NOS SIRVE LA MEMORIA?


JESUS MARIA VALLE


Ayer, hace 9 años, cayó asesinado Jesús María Valle. Defensor de los Derechos humanos. Aceptó el cargo que ya había tenido Héctor Abad Gómez, también asesinado, como presidente del Comité de Defensa de los Derechos Humanos en Antioquia. Un cargo marcado con la muerte.
El 11 de julio de 1996, en una entrevista para el periódico El Colombiano, Valle dijo: “Desde el año pasado le pedí al gobernador (...) y al comandante de la IV Brigada (...) que protegiera la población civil de mi pueblo, porque de septiembre a hoy han muerto más de 150 personas”.

Se refería a las masacres de Ituango su pueblo, de la Granja y del Aro. Denunció la connivencia de los militares y de las autoridades políticas con los paramilitares. Sostuvo que las Convivir fundadas e impulsadas por el Gobernador de la época Alvaro Uribe Vélez, las autodefensas y los paramilitares eran la misma cosa.

No le creyeron. Pocos días después Uribe lo señaló como “enemigo de las Fuerzas Armadas” y fue denunciado por calumnia ante los tribunales. Lo asesinaron cuando lo procesaban por calumnia.

Hace poco menos de un mes Salvatore Mancuso, el jefe paramilitar, con una laptop, en version libre ante los tribunales, presentó en estilo gerencial un power point donde ratificó la veracidad, una por una de las denuncias de Jesús María. Mostró la eficiencia de la empresa paramilitar, no mostró las ganancias, ni los accionistas. Bueno, solo algunos que ya se murieron y a los cuales echarles toda la culpa. Mancuso envió a su familia y a sus inversiones (ganadas con el sudor por usar la motosierra) al exterior para protegerlas. Seguramente pasará pocos años en la cárcel y saldrá a disfrutar del Jet Set Monteriano y Bogotano.
Jesús María el día que lo mataron, le dijo a su hermana que era su secretaria personal: “Tranquila Nelly que ya nada podemos hacer. Deje que las cosas pasen”. Dos sicarios acabaron con su vida.

Hoy, Alvaro Uribe Vélez -Será el mismo que lo acusó de calumnia y de enemigo de las fuerzas armadas??- dice que sus opositores y contradictores son terroristas de civil.

De que nos sirve la memoria? Tranquila Colombia que ya nada podemos hacer. Dejen que las cosas pasen. Y que les vaya bien en la finca que para eso las carreteras son seguras.

martes, 27 de febrero de 2007

Del individualismo y la injusticia


Hoy he estado pensando en porqué las personas aceptan que ocurran ciertos hechos que a toda luz son injustos, a veces criminales. En la encuesta sobre actitudes políticas del PNUD en América latina en varios países la gente dijo tolerar ciertos grados de dictadura o falta de democracia con tal de que las cosas para ellos fueran bien. En la emergencia del sujeto moderno, la individualidad ha emergido como la única verdad. El colectivo, solo importa si me beneficia.

A propósito de Colombia, con los escándalos actuales y pasados, desde que me acuerdo, de los 50s, pasando por Trujillo, el palacio de Justicia y Chengue, la gente tiene al frente las evidencias de la injusticia y de sus perpetradores. Hoy sin embargo, rodean a una propuesta autoritaria ligada al narcoparamilitarismo. Con la representación creada que el único problema que tiene Colombia es la Guerrilla, esta propuesta se alza con los ideales de seguridad y bienestar. Para que cada individuo pueda progresar. Y el individualismo rampante hace presa de las personas, que se dicen para sus adentros, bueno que importa unos muertitos más si al final estaré bien y podré ir a mi finca, O en el sector popular “algo debería, por eso le dieron”.

No importan las evidencias que día a día aparecen. La gente sigue obnubilada, cuando no vomitando vivas a “nuestro querido presidente” ¡adelante presidente! Es el grito. Por fin tenemos a un hombre – patriarca con pantalones que no le asustan las gavillas. De esos que dicen “mejor aquí murió y no aquí corrió”. Al final de los muertos, el desplazamiento, los desaparecidos, la guerrilla fortalecida, nos prometen ríos de leche y miel. De los únicos ríos que me acuerdo es del Cauca y el Magdalena con los cuerpos de Trujillo, de Barranca, de San Pablo.

Y es que no sabemos estas cosas, es que las olvidamos? Quizás convenientemente las olvidamos. En esta combinación de machismo patriarcal, del honor, de la fuerza y la violencia y de las pequeñas tranzas e injusticias que cometemos día a día, justificándolas, las personas apoyan el camino fácil, la muerte, la desaparición, el secuestro.

Cuando no se es capaz de reconocer al otro cómo válido, como persona, cuando vemos lo injusto y a pesar de eso justificamos la acción que realizamos, por la razón que sea, estamos construyendo en nuestros pequeños mundos la dictadura. Cuando estigmatizamos y discriminamos por sexo, por raza, por edad, por generación, por identidad sexual, por cualquier característica, estamos avanzando a una sociedad totalitaria. Desde nuestro cuerpo, nuestra casa a nuestro mundo.

Lyotard dice que es en el lenguaje del otro que nos reconocemos a nosotros mismos. Que es el otro nuestro espejo como personas. Allí empezamos a vernos cómo congéneres. Pero para ver al otro se necesita un sentido de la justicia, de que no se puede vulnerar al otro inventándonos razones individualistas. Se requiere de un horizonte ético de justicia desde las pequeñas decisiones individuales hasta las grandes decisiones colectivas.

Según la encuesta mundial de valores, los colombianos somos el segundo pueblo más feliz del mundo. Quizás somos felices en nuestro individualismo egoísta, lleno de desencuentros, de muertes, de criminales que visten bien y de nuestras egoístas razones para ser injustos cada día en pequeños actos.

Un día pensaremos como nuestros indígenas y campesinos que hablaban de “su persona” y el moderno citadino se reía al oír esto: de “supersona”, un vocablo que reconocía al otro por ser lo que es: Un ser humano, una persona. En cambio se le volvió coloquial a la gente el sumercé, instituido por la dominación española. La dominación cumple su tarea y cómo decía Foucault, llega un día en que el vigilante no nos necesita controlar, porque nosotros mismos somos nuestro vigilante.
Afortunadamente, por ahí en algún lugar, pululan las resistencias.

lunes, 26 de febrero de 2007

[fragmento extraìdo de la novela Abaddòn el Exterminador / Ernesto Sàbato]

Desde la UNAM el Popocatepetl


"En cualquier caso, fuera como fuera, era paz lo que seguramente ansiaba y necesitaba, lo que necesita todo creador, alguien que ha nacido con la maldición de no resignarse a esta realidad que le ha tocado vivir; alguien para quien el universo es horrible, o trágicamente transitorio e imperfecto. Porque no hay una felicidad absoluta, pensaba. Apenas se nos da en fugaces y frágiles momentos, y el arte es una manera de eternizar (de querer eternizar) esos instantes de amor o de éxtasis; y porque todas nuestras esperanzas se convierten tarde o temprano en torpes realidades; porque todos somos frustrados de alguna manera, y si triunfamos en algo fracasamos en otra cosa, por ser la frustración el inevitable destino de todo ser que ha nacido para morir; y porque todos estamos solos o terminamos solos algún día: los amantes sin el amado, el padre sin sus hijos o los hijos sin sus padres, y el revolucionario puro ante la triste materialización de aquellos ideales que años atrás defendió con su sufrimiento en medio de atroces torturas; y porque toda la vida es un perpetuo desencuentro, y alguien que encontramos en nuestro camino no lo queremos cuando él nos quiere, o lo queremos cuando él ya no nos quiere, o después de muerto, cuando nuestro amor ya es inútil; y porque nada de lo que fue vuelve a ser, y las cosas y los hombres y los niños no son lo que fueron un día, y nuestra casa de infancia ya no es más la que escondió nuestros tesoros y secretos, y el padre se muere sin habernos comunicado palabras tal vez fundamentales, y cuando lo entendemos ya no está más entre nosotros y no podemos curar sus antiguas tristezas y los viejos desencuentros; y porque el pueblo se ha transformado, y la escuela donde aprendimos a leer ya no tiene aquellas láminas que nos hacían soñar, y los circos han sido desplazados por la televisión, y no hay organitos, y la plaza de infancia es ridículamente pequeña cuando la volvemos a encontrar"

domingo, 25 de febrero de 2007

Comienzo

Tomada por: Sebastiao Salgado


Raro establecerse en la maraña de la red. Comencé dando instrucciones a mi hermano sobre como crear el blog y aquí estoy. Supongo que porque en estos dias de soledad hay que decir cosas que se pierdan en el horizonte, para nadie, para tod@s.

Este tiempo está lleno de ficciones que se acaban. Lindas ficciones, sueños, amores que permiten que la vida sea hermosa, pero que un dia te recuerdan que no son reales, que lo real es incoherencia. Creer... siempre pense que creer en el otro o la otra es lo mejor. Y a pesar que cada día me decepcionan sigo pensando que en l@s otr@s me veo a mi mismo. Asi a veces no me guste lo que veo.